¡Bienvenidxs a todxs!
En esta primera entrada, vamos a centrarnos en algo muy importante: las leyes de educación en España.
Desde el año 1970, en el que se establece la Ley General de Educación (LGE), el sistema educativo español ha tenido otras seis leyes más.
En esta primera Ley (LGE) se establece la siguiente división de las etapas educativas: Educación Preescolar, Educación General Básica (EGB) y Bachillerato Unificado y Polivalente (BUP). Seguramente, muchos de vosotros habéis estudiado siguiendo este sistema, que acompañó al alumnado español durante muchos años.
Es en 1990 con la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo, cuando la división de la que hablábamos desaparece y se empieza a hablar de Educación Infantil, Primaria y Secundaria. Dentro de esta última distinguimos entre la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y el Bachillerato. Esta Ley se mantiene vigente durante 12 años, hasta el 2002.
En este año, se produce un cambio de gobierno y el Partido Popular (PP) es el elegido para gobernar. Entre sus medidas está una nueva Ley de Educación que es la LOCE (Ley Orgánica de Calidad de la Educación).
Esta Ley es derogada cuatro años más tarde cuando se vuelve a producir otro cambio de gobierno. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) decide aprobar otra ley de educación; en este caso es la LOE (Ley Orgánica de Educación).
La LOE está vigente desde el 2006, pero con las modificaciones introducidas por la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa), que fue aprobada en el 2013 cuando el PP vuelve a ser elegido para gobernar España.
Como podemos ver, parece que las leyes de educación en España no tienen tanto que ver con ofrecer un buen sistema educativo a las nuevas generaciones, sino que es más algo ideológico con el que cada partido pretende introducir o enseñar sus ideales; ya que cada vez que hay un cambio de gobierno, también hay un cambio de ley de educación.
Si prestamos atención a estas dos últimas leyes, veremos que tienen muchos puntos en común. Como dije antes, la LOMCE no deroga la LOE, solo la modifica.
Leyendo el preámbulo de estas leyes, que es donde más o menos quedan establecidos los objetivos y principios de ambas, podemos ver varios puntos en común.
Uno de ellos es el ofrecer una educación de calidad a todo el alumnado español. Algo que para ambos, va de la mano de la equidad. Esta idea debería ser primordial en cualquier país del mundo, ya que es un derecho del que todos deberíamos gozar.
Por otra parte, algo que se repite en ambos preámbulos es la intención de situar el sistema educativo español entre los mejores a nivel mundial y, especialmente, que esté entre los de aquellos países europeos que se encuentran en cabeza en materia educativa. Esto está muy relacionado con el tema de las lenguas extranjeras en la enseñanza. Ambas leyes muestran la importancia del plurilingüismo y la necesidad de conocer al menos una primera lengua extranjera. Aunque la realidad no es la que nos gustaría y se ve una gran carencia por parte del sistema en esta materia.
Una de las diferencias que más llamó mi atención leyendo los preámbulos es el enfoque u objetivo final de la educación. En la LOE se ve la educación como el medio para que los individuos desarrollen al máximo sus capacidades y consigan desenvolverse de manera eficaz en una sociedad democrática. Sin embargo, la LOMCE hace más hincapié en la parte económica; la educación es el medio a través del cual los individuos mejorarán sus posibilidades de conseguir un trabajo.
Este enfoque ha sido muy criticado, ya que se considera que es muy individualista. Aunque puede ser cierto, hay que tener en cuenta que en esta Ley se habla, ya en el preámbulo, de una educación que responda a las necesidades de la sociedad actual, que es abierta, global y participativa. Tendríamos que ver si esto se cumple en la práctica o solo se queda en palabras.
Además, tenemos que tener en cuenta que la LOMCE fue aprobada en un momento en el que España estaba empezando a salir de la crisis económica que empezó en 2008; el tema del trabajo, falta de oportunidades, etc. estaba muy presente en nuestra sociedad.
Considero que las ideas de equidad y calidad son muy importantes, y debería ser algo que se garantizase en nuestra educación. Sin embargo, este cambio constante de leyes nos hace plantearnos, sobre todo, si la educación que estamos recibiendo es de calidad o no.
Muchos recordaréis durante vuestra etapa educativa como de un año para otro las cosas cambiaban. Por ejemplo, un año no podías acceder desde un ciclo formativo de grado medio a uno de grado superior sin hacer una prueba de acceso. Al año siguiente esto cambió y la prueba de acceso ya no era necesaria.
Esto nos hace plantearnos varias preguntas. ¿Realmente quieren establecer y crear un sistema educativo de calidad o simplemente lo ven como un medio para difundir su ideología? ¿Es posible que puedan dar respuestas reales a las necesidades del alumnado a través de tantas leyes en tan pocos años?
En mi opinión la educación no debería ser una cuestión de ideología sino el medio por el cual se les da las herramientas necesarias al alumnado para asegurar que puedan desenvolverse de manera eficaz y exitosa en su vida profesional y laboral. Por la tanto, los políticos deberían dejar de lado sus ideales en materia educativa y establecer un sistema eficaz y con buenos resultados.
Ahora es vuestro turno, ¿qué pensáis sobre esto?
¡Un saludo y nos vemos en la próxima entrada!
¡Un saludo y nos vemos en la próxima entrada!
¡Hola Alba!
ResponderEliminarMuy interesante la reflexión que planteas al final. Para mí, los partidos políticos no se interesan por la educación que recibe la población. Considero que lo único que les importa es hacernos ver qué defiende su partido y qué lo diferencia de otro. Es por esto que la política en España (porque es la única que conozco) me da vergüenza. La política debería servir para beneficiar a la población, en este caso, con la educación.
Con estas medidas me dan a entender que no quieren que estudiemos, que nos quieren bobos para no tener capacidad de decisión y, por lo tanto, sumisos. ¡Tenemos que conseguir una educación de calidad para los alumnos, no para los políticos!
Samuel Torres Rey
Hola Alba.
ResponderEliminarYo creo que, como tú dices, la educación debería estar desvinculada de las ideologías políticas. En los últimos años se han dado muchos cambios en las leyes del sistema educativo y al final quienes sufren las consecuencias son los jóvenes.
En mi opinión, debería existir una ley que impidiese la modificación de las leyes educativas durante los diferentes gobiernos, a no ser que fuese algo necesario y unánime.
Tu entrada ha sido muy interesante.
Un saludo,
Rocío Pumares Covelo.